Recordando a Carlos Fuentes
Con gran pena recibí la triste noticia de la muerte de Carlos Fuentes, a quien como muchas personas de mi generación tuve el privilegio de conocer desde la Universidad y disfrutar de la lectura de sus libros y aprender escuchando sus amenas y sabias pláticas en conferencias o tertulias. Además de haber sido un escritor y diplomático mexicano universalmente reconocido por sus novelas, ensayos, teatro, etc también puede ser caracterizado por su generosa relación con los mas jóvenes desde la turbulenta época de los movimientos estudiantiles de 1968, sobre los que escribe ampliamente, hasta el final de sus productivos días.
Carlos Fuentes publico mas de 30 libros, en su mayoría traducidos a decenas de idiomas, incluidas las traducciones al mandarín de sus novelas “Aura” que abre una puerta al realismo mágico para miles de lectores y “Gringo Viejo”, esta última adaptada al cine con la actuación de Gregory Peck y Jane Fonda.
Fuentes deja un gran vacío en el mundo de las letras como señalan Salman Rushdie y los mas conocidos escritores e intelectuales. Además, con su fallecimiento, México pierde una voz en el mundo y una erudita fuente de valiosas opiniones y conocimiento sobre la condición humana, el cada vez mas complejo entorno global y nuestra propia realidad.
Como hijo de diplomático vivió su infancia en varios países de América del Sur y en Washington donde curso sus estudios básicos en una escuela pública, lo que le permitió dominar el inglés como si fuera su lengua natal. En una entrevista publicada en el New York Times en 1985, Carlos Fuentes señala que cuando decide ser novelista tiene que escoger entre “la lengua de sus padres o la de sus maestros” eligiendo el español por considerar que le daba una mayor flexibilidad.
Como académico regularmente dictaba conferencias en las mas prestigiadas universidades e instituciones estadounidenses, a las que tuve oportunidad de acompañarlo y ver como cautivaba al auditorio durante 2 horas de ininterrumpida conversación que parecía improvisada ya que apenas veía sus notas. No obstante haber vivido una gran parte de su vida en el extranjero siempre destaco con gran elocuencia, orgullo y sencillez sus orígenes y nacionalidad al señalar que “como mexicano tenía la suerte de ser descendiente de milenarias y sofisticadas culturas como la Maya, Olmeca y la Azteca”.
Jorge Pinto.
Taipei, Mayo 17 2012